sábado, julio 18, 2009

El día que la prensa se declaró derrotada

Desde hace unos meses, los grandes periódicos vienen manejando la idea de hacer de pago sus ediciones en Internet. Recientemente, en una entrevista en su propio periódico The Wall Street Journal, el magnate de los medios Ruperth Murdoch declaraba lo siguiente:

[Entrevistador]: May I ask you about making money out of digital? That seems to be a big problem in the Internet area. How do you take your analog dollars and turn them into digital dollars? Has anybody got any good answers there at that conference?

Murdoch: Yes, we have the answer. We’re doing it now very well at The Wall Street Journal. You’ve got the wallstreetjournal.com and you pay for it. And there is 1.25 million people nearly who are doing that. And we get a lot of advertising with it. It’s a big business for us.

And no one else has had the nerve to do that yet. And I think, you know, we’re very specialized there and people in finance or with investments probably need us more than they need, you know, an ordinary local newspaper.

But I do believe you’re going to see — and we have a lot of plans I’m not ready to disclose yet, to really lead the newspaper industry into monetizing what it has. It’s true what people say, the distribution of news, it gets cheaper every day because of new technology.

And one day you won’t need printing presses or paper. But you’ve still got to have something to move, and that — i.e. content, the news itself. And that can’t come free.
El remarcado en negrita es mío, y lo he remarcado porque Murdoch, con estas dos afirmaciones acaba de alzar la bandera blanca y declarar a la prensa de papel, definitivamente derrotada. Y lo dice muy claramente: los nuevos medios se están imponiendo, porque son mucho más baratos. Mucho más baratos para el que los produce (Murdoch entre ellos) y más baratos para los que los consumen, así que el que quiera ponerse en el medio simplemente va a ser barrido por los hechos.

Hasta ahora la prensa no había querido apercibirse de la situación; pero la crisis, que está aquí para quemar las "malas hierbas" y regenerar el bosque (o dicho más prosáico: destruir los modelos obsoletos y caducos para permitir florecer a los nuevos), ha puesto a cada uno en su sitio. Y mientras los grupos editoriales ven como, mes tras mes, sus ventas en papel se despeñan, van a intentar la última salida, que es la de cobrar por los contenidos de Internet.

La medida es desesperada y con toda probabilidad suicida, pero deberéis entender su lógica: las editoras de periódicos y revistas saben que la edición en papel no les va a mantener más: los costes se disparan y a la vez los ingresos (tanto por publicidad como por número de ejemplares vendidos) están en caída libre. La única salida es Internet, así que hay que monetizar ese nuevo medio como sea. Porque es la única manera de mantener sus negocios con vida.

Hasta ahora los grupos de comunicación se habían podido permitir periódicos poco rentables o incluso deficitarios, porque el resto de los medios del grupo (televisión, radio) compensaban las posibles pérdidas, y a la vez reutilizaban el prestigio y la influencia del medio en papel, realimentándolo a través del resto de canales (¿quién no ha visto una tertulia en TV mostrar y usar como punto de partida la prensa del día?). Pero con una audiencia desapareciendo rápidamente, no hay influencia. Si no hay influencia, no sirve de mucho la realimentación. Tampoco la caída publicitaria ayuda, ya que el periódico o la revista es económicamente cada vez más inasumible. Y como la caída es general, significa que el resto del grupo de comunicación ya afronta suficientes recortes de gastos como para mantener a rémoras con menguante rendimiento. El resultado es que los periódicos y revistas de papel, tanto pertenecientes a grandes grupos, como independientes, están condenados.

Alguno, llegados a este punto, querrá recordarme eso de "el video no mató a la estrella de la radio". En realidad, el video sí mató a la radio, puesto que la radio tuvo que ver cómo se esfumaba gran parte de su influencia, y tuvo que reconvertirse y moverse allí adonde la televisión no podía llegar. Pero sin duda fue un golpe mortal. Lo mismo puede decirse de la reconversión de la prensa de papel con la llegada y popularización de la radio. Don Torcuato Luca de Tena era en sus tiempos de director de un periódico alguien con un poder y una influencia capaz de hacer temblar gobiernos (equiparable hoy en día sólo con el de los más poderosos empresarios y presidentes de club de fútbol). No voy a ser tan obtuso como para afirmar una desaparición total e inmediata de periódicos y revistas en papel, aunque sí que esta nueva reconversión los arrinconará definitivamente a nichos muy reducidos, en los que el precio sea un criterio menor frente a su valor como objeto de culto o fetiche.*

Irónicamente, el periodismo escrito ha vuelto brevemente a la palestra durante los últimos años, a caballo de una Internet basada en el texto, y por lo tanto en la lectura. Y por eso los media desembarcaron sus cabeceras de prensa en Internet, en busca de la audiencia jóven perdida. El resultado ha compensado en cuanto a esa audiencia. Pero en cuanto al aspecto económico, el fracaso de El País al intentar pasar a ser de pago debería haberles servido de escarmiento suficiente para optar por una política mucho más cauta. Como estamos observando, no está siendo así. En su carrera desesperada hacia no se sabe muy bien donde, están demostrando que han olvidado un principio fundamental: que ellos no son creadores de noticias, sino simplemente sus transmisores y difusores. Y el problema fundamental que tienen es que la transmisión y difusión de información era un oligopolio que está irremediablemente roto desde la popularización de Internet y no puede recomponerse de ninguna de las maneras.

Internet se ha convertido en el medio de comunicación definitivo: la tecnología ha rebajado tanto el listón de entrada, que ahora cualquier persona puede llegar a cualquier persona. Como decía el abogado especializado en Internet Javier de la Cueva:
Yo soy mi periodista y mi periódico
Y la realidad es que cualquiera, incluido éste su seguro servidor, también es su propio periodista y tiene las herramientas para tener, con un coste reducidísimo, su propio periódico (como es éste blog) donde expresar sus ideas, opiniones e idas de olla varias en artículos más o menos elaborados (como el presente, sin ir más lejos).

¿Puede funcionar un modelo de pago?

Sí, siempre que aporten un valor añadido que esté en consonancia con el precio del mismo. No, si no ofrecen nada a cambio que justifique ese precio.

Los grandes medios de comunicación están planteándose un modelo de pago por contenidos. Pero, basándose en experiencias pasadas en las que afirman que el fracaso se debió a la competencia de otros medios que ofertaban gratuitamente los mismos contenidos por los que ellos querían cobrar, y que terminaban reventando el modelo, ahora han vuelto todos juntos de la mano pensando que si forman un trust (o sea, todos cobrando al alimón), recuperarán el oligopolio de la comunicación que antes tenían, y por lo tanto sus ingresos. Sólo que ahora lo harán a través de Internet en vez de mediante el papel.

Así que todo pasa por establecer de nuevo el control de la información. Y aquí es donde empiezan a encontrarse los problemas, porque el modelo es insostenible se mire por donde se mire.

Pongamos un ejemplo, para que se entienda. Pensemos en una noticia sobre la NASA. Antiguamente, nos hubiéramos enterado de la noticia a través de un medio de comunicación, sea prensa, radio o televisión. Hoy en día, nos podemos enterar también directamente en la página web de la NASA: www.nasa.gov. Lo que antes eran notas de prensa que llegaban a las agencias de noticias, que a su vez distribuían a sus medios asociados, ahora son noticias servidas en varios formatos a través de varios servicios web (no sólo la página web, también por ejemplo a través de Twitter). El resultado es que cualquiera tiene al alcance la fuente original. No necesita de intermediarios para acceder a la información "en bruto". Es más, cualquiera puede hacerse a su vez intermediario, y servir la información "cocinada" a otros, según su pericia y conocimientos. A partir de ahí surgen diversos medios (blogs, revistas digitales, listas de correo, grupos de Facebook, agregadores de noticias, etc, etc) que pueden ser llevados tanto por aficionados como por profesionales, y que cumplen el papel de intermediarios de esa información. Y todos esos medios de Internet rompen el modelo de oligopolio de la información de base, puenteándolo. Y lo hacen de una forma, además, inevitable.

Alguien puede pensar: "ese es un ejemplo particular". Bueno, en realidad todos los organismos científicos públicos operan de la misma forma. Es más, no es algo restringido a la ciencia, ni mucho menos: las agencias gubernamentales o dependientes del estado, por su vocación pública, deben servir su información sin cortapisas al ciudadano. Piénsese en el Instituto Nacional de Estadística, en cualquiera de los ministerios o en el Banco de España (con respecto a las noticias económicas). Piensese en la Agencia Estatal de Meteorología o póngase el ejemplo que se quiera.

Ahora me diréis: "pero eso es porque al ser públicos, el dinero lo ganan del Estado". No, eso es porque su interés/motivación no está en el ámbito de la intermediación de la información. Generan información como resultado de su actividad, pero su actividad no es vender información.

Vayamos al campo privado. Cualquier empresa que produzca cualquier producto está usando su página web (o cualquier otro sistema) como medio para informarnos del mismo. De hecho ¡pagan dinero por publicitar su página (medio)! Pagan dinero por posicionarse en los buscadores (SEO), pagan dinero por publicidad, recurren a las redes sociales o los mecanismos que sean para que sus noticias (sus notas de prensa) sobre sus productos lleguen al público. Estamos hablando de que ellos no cobran, sino que pagan porque se difunda su información. ¿Van a poner restricciones a que nadie se las distribuya gratuitamente? Ni en sueños. Al contrario, todas las técnicas de marketing modernas (marketing viral, etc) son técnicas que se basan en que sean otros los que, sin costo, transmitan la información que a la empresa le interesa (tal vez como huesped de una información mayor). Y estamos hablando de todo tipo de empresas cuyo negocio no sea la intermediación de información (o sea, la gran mayoría).

Otro campo donde la transmisión de la información no sólo no es algo a impedir, sino algo a promocionar como sea, es la ideología, y por lo tanto la política, la filosofía, la religión, y todo lo que tenga que ver con las opiniones. ¿Os imagináis a un político negándose a dar un mitín en un lugar porque no le pagan? Yo diría que el político intentará dar el mitin aunque le cueste dinero. No creo que ningún político vaya a ponerse borde porque se lean gratuitamente sus declaraciones, ni porque cualquiera las distribuya. Al contrario, utilizarán las mismas tácticas que las empresas para vender productos, sólo que ellos con el objeto de imponer sus puntos de vista sobre los adversarios políticos.

Y a ésto le podemos sumar los medios que no van a formar parte del oligopolio:
  • En Alemania, las cadenas públicas son presionadas para que no pongan sus contenidos en Internet, acusadas de "competencia desleal". ¿Acaso lo podían hacer de otra forma, siendo como son medios de comunicación, pero pagados con el dinero de todos, y por lo tanto de los cuales todos tenemos derecho a disfrutar? En Europa hay una fuerte tradición de medios públicos (por ejemplo la BBC) y además es muy difícil se acepte que dichos medios públicos adopten el modelo de pago por acceder a la información. Así que esos medios públicos son un escollo difícilmente superable para establecer cualquier tipo de oligopolio. Aquí en España nadie ha dicho todavía nada, pero si os pasáis por rtve.es, veréis como podrían servir perfectamente de intermediario de noticias, o como alimentadores de noticias a otros sitios (blogs, agregadores, etc). ¿Cuanto tiempo tardarán los medios españoles en protestar igual que sus homólogos alemanes?
  • Medios gratuitos: ¿os imagináis un periódico gratuíto en papel pretendiendo cobrar por sus contenidos en formato digital? Por supuesto, los periódicos gratuitos van a desaparecer en papel. Pero no tienen porqué hacerlo necesariamente en formato digital.
Recientemente, una serie de medios europeos mandaron una carta (denominada pomposamente "Declaración de Hamburgo") a la comisaria Viviane Reding, exigiendo una legislación que "controlara el acceso automático de motores de búsqueda y agregadores de noticias" a las noticias "de medios de información" (je, como si las noticias fueran suyas). Esta carta ha sido contestada graciosamente por Google: "Adelante, bloqueadnos usando el robots.txt". Lo cual ha sido todo un sopapo en la cara a todos estos editores llorones**, puesto que ha dejado bien a las claras que lo único que están intentando es mendigar un poco de dinero a la Unión Europea: ya saben perfectamente que desaparecer de Google es desaparecer de Internet.

Los grandes de Internet son en realidad los nuevos intermediarios de la información, y Google es el primero y mayor "peso pesado" de todos ellos. Como dije en un artículo reciente, Google ha generado todo un ecosistema donde insertar su publicidad, y ha dejado que sean otros los que gratuitamente (o cobrando mediante la publicidad contextual) hagan el trabajo de intermediación, y rellenen el contenido. Ellos sólo se encargan de redirigir al usuario a su destino (y cobrar a los que quieren ser también receptores de esos usuarios, como empresas que venden productos relacionados).

Como he dicho ya varias veces, los medios de comunicación tradicionales no pueden imponer nada porque simplemente carecen del control para hacerlo. Podrán cobrar en la medida en aporten valor añadido a la cadena de intermediarios. Si aportan un contenido realmente original, novedoso, una elaboración de la información en bruto que merezca la pena sobre otras, funcionará. Si pretenden cobrar por lo que otros muchos van a hacer gratis, o casi gratis (publicidad contextual, etc), van a fracasar estrepitosamente.

Hay que remarcar que esto no pone en entredicho el papel del periodismo. Al contrario: el periodista es ahora una pieza mucho más importante. De hecho, cada periodista se convierte en un potencial medio de comunicación por si mismo. Y sólo los realmente buenos en su trabajo de intermediación/filtro/elaboración serán los que sobrevivirán, puesto que la competencia será enorme y feroz. El futuro es de los medios muy especializados, con poco personal, muy flexibles y muy profesionales.

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* En tono jocoso: 10 Reasons You'll Actually Miss Newspapers (aunque olvidan uno fundamental: sustituto de emergencia del papel higiénico)
** además de dejarlos como unos ignorantes en cuestiones técnicas, puesto que lo que piden se puede hacer escribiendo un fichero de 2 líneas en su sitio web

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